sábado, 24 de abril de 2010

La soledad en mitad de la soledad.


Esta semana es feria en Sevilla, ni siquiera sé cuál es la portada éste año...tampoco lo quiero saber. Es la primera vez desde que estoy en Andalucía viviendo que ni siquera un día me paso por allí. Esta despedida agónica de la ciudad me está matando: no coges un día todas tus cosas y te marchas, sino que poco a poco todos se van yendo y cada vez que regresas, le falta un trocito.
No sabemos dónde iremos y, enmedio de la incertidumbre, hay que seguir trabajando. Y cada mañana cuando suena el despertador, me descubro de nuevo preguntándome qué narices hago aquí un día más, incapaz de concentrarme para siquiera leer un libro con lo gran lectora que fuí siempre. Nada me importa, todo va muy lento aquí y me dá lo mismo. Es como el día de la marmota. Llegas a trabajar, todos hablan de su fin de semana, de cómo redecorarán el salón, de la profesora de inglés de sus hijos...y la pregunta "¿te aburriste mucho éste fin de semana?, cómo estás tan sola...", luego el día termina y todos corriendo a ver a la familia...yo, no tengo prisa en recorrer de nuevo el mismo camino a casa oliendo a almazara (ya odio ese olor), las mismas cuatro paredes esperándome calladas, el chirrido de las cuerdas de tender de la vecina... a esperar que llegue el mejor momento del día, el de marcharse a la cama para quedar inconsciente algunas horas al menos. Lo intento, lo juro: por primera vez en mi vida...no puedo.

lunes, 19 de abril de 2010

Mi gran boda carmonense


Durante los primeros tres dias del viaje de novios, no pudimos dejar de hablar del dia de nuestra boda...así fue de maravilloso. Ni en nuestra imaginación creímos que fuese tan especial. Disfruté cada uno de los minutos de esa tarde que quedó tan cálida y con esa estupenda luz del atardecer. Ese momento en que apareces ramo en mano y la gente que está allí tan arregladita y expectante esperando para verte y arroparte un ratito...realmente memorable. Gracias a todo el mundo por querernos tanto.
Y esa noche de baile sin cesar, de guitarras y amigos reunidos. Son esos momentos mágicos de los que vivimos cuando la cotidianidad nos inunda o cuando las cosas van sólo regular.
Y por supuesto, encontrar a esa persona que es Chico, mi media naranja y estar tan convencida de que es a quien quiero a mi lado para siempre...ahí va esa declaración de amor!.