miércoles, 3 de noviembre de 2010

Amigos para siempre


En los buenos momentos, l es fácil disfrutar de los amigos para unas cerves, para las risas, para los cotilleos picantes.
Cuando las cosas empiezan a torcerse, es más difícil desplegar un poco de paciencia, aguantar quejas o llantos continuados, es más, me declaro una de esas personas que a veces no entiende o no se pone en lugar del otro.
Ahora, me ha tocado a mi...¿cómo podemos tener la suerte de contar con esas personas que, aunque no se identifiquen contigo, te comprenden hasta límites insospechados?. Son pocos, pero tengo a mis amigos que pueden estar meses sin hablarte porque están lejos, o atentos a otras cosas o desconectados porque sí. Pero diez meses y una charla después, todo vuelve a ser como siempre y te aportan la cálida sensación que dá la vuelta a casa. Son los que te conocen profundamente y te llaman la atención porque en ese momento no reconocen a la persona de siempre y vuelves a la realidad con ese toque de atención: "Paula, ésa no eres tú".
Por eso estoy tan orgullosa de ellos, por eso siempre estaré en deuda.
Los que lo estáis leyendo, sabéis quienes sois.
Prometo estar mejor, de verdad.
Pero ahora y siempre, gracias.

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