domingo, 30 de mayo de 2010

Que suene.


Para que no digáis que cuento sólo cosas negativas. Hace unas noches Diego me llevó a un bar de Linares a ver tocar a una gente conocida del hospital. la verdad es que me encantó el estilo con todo lo que gana la música cuando es en directo. No os lo voy a negar, tras un chute del inhalador que llevo en el bolso acoplado, pasamos un buen rato.
Y recordé que la música siempre estuvo a mi lado, es de las que no traiciona ni te lleva la contraria. En los ratos buenos cuando quieres gritar lo feliz que eres: cuando te enamoras, cuando bailas con los amigos, cuando Chico coge su guitarra, en los campamentos de verano, cuando nos casamos. Pero sobre todo no falta cuando las cosas se ponen del revés. Mi amigo Geppe me dejó dormir al son de su música cuando estando en Torino me enteré de la muerte de una de mis abuelas y me decía "ves?, la música nunca dejará de acompañarnos". Y nunca lo ha hecho: mientras buscas quién demonios eres en la adolescencia, en el desamor, o cuando no veo la forma de salir de Linares, en la soledad, en la biblioteca, cuando el gobierno sube los impuestos, cuando dice que va a bajarlos, cuando crees que ya no puedes...ahí sigue fiel la banda sonora de tu existencia.
Por eso ese concierto me hizo de nuevo acogerme a mis canciones a las nuevas y a las de siempre: Platero, MClan, Ariel, Calamaro, Smiths, Belle&Sebastian, Loquillo, Wallflowers, Dylan...
Hoy se fué Chico a Sevilla, pero siguen mis discos conmigo y me siento un poco menos sola.

2 comentarios:

  1. Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música.

    El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.

    Te quiero nena!!! muaka!

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  2. Ole mi niña !!!!!!!
    Te quiero ánimo !!!!!
    Chico

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