Me imagino que tod@s seguís muy orgullosos de vuestra selección...por supuesto aquí está Paula para poner algo de contrapunto. Que digo yo que ya era hora de que hiciesen el trabajo por el que se les pagaba, no?. Por lo demás, ese infierno de banderolas españolas que nos ha invadido en los últimos días no se ha visto nunca por las grandes victorias en campeonatos de Europa, en mundiales ni en olimpiadas conseguidas no una sino muchas veces por otras selecciones de nuestro país. ¿Alguien sabe que nuestra selección femenina de rugby acaba de ganar el camponato de Europa?, con gran trascendencia además, ya que se ha declarado ya deporte olímpico. Pues no, al parecer las mujeres sólo servimos para intentar emular al atajo de energúmenos que berrean en un estadio o poner nuestra cara bonita (si puede ser las tetas también) como "periodistas deportivas" a lo Sara Carbonero...que tardará más en ponerse el maquillaje que en hacer su trabajo que consistía en comentar el color de la camisa del seleccionador o si éste movía el bigote o una ceja en el banquillo...me imagino que ella dirá "¿había que estudiar de verdad para hacer ésto?".
Quizás tampoco sepáis que el Wall Street Journal ha comentado que nuestra situación no ha cambiado por mucho rojo y amarillo con un toro estampado que saquemos a la calle, que toda ésta ficticia unión patria, ésta ilusión nacional no es más que puro teatro. y nadie se queja del follón institucional: futbolistas recibidos en la Moncloa como si hubiesen sido los artífices de la paz en Afganistán!!!. Pero bueno, ¿nadie recuerda que Franco usaba el fútbol para mantener alienada a la población?.
Mientras todo el mundo hincha su pecho hablando del mundial, yo siento cierta vergüenza ajena (o propia, según se mire...), mientras sigo ocupada en mis asuntos, se sigue alabando a un pulpo que encima, es incomestible...
Hasta pronto mis queridos amigos.
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